GLENN GOULD
Al genio
(de una discusión, en mi cabeza, con Paolo Virno)
Estas notas no son tan sólo notas
ni mecánica simple neurotransmisora;
lo que los surcos y pliegues esconden
reflexivamente hizo que afloraran y asimiló el filum.
Sobre el teclado quedaba aún todo por decir,
una noche de insomnio puede suponer toda una vida para otra persona;
el plancton puede admitir mediciones, los armónicos valorizarse:
la falacia del intercambio concluyó en retiro,
todos los halagos asquean al genio.
Solo, retirado en su casa retirada,
vestido siempre con pantalones iguales,
por completo entregado al Arte,
el trabajo por el puro placer del trabajo,
lo puro como medida de la desproporción:
lo constituido se mofa de lo puro,
lo constituyente no construye hogares donde acoger lo desproporcionado.
Así pues primero el genio, después lo mundano, luego otra vez el genio,
[definitivamente
rodeado de bosque despejado y con la última tecnología,
largas conversaciones por teléfono, largas
soledades:
no es cierto que esto esté al alcance de cualquiera:
la hierba quiere abrazar las hojas de los narcisos,
porcelanas claras y moteadas, el té;
la voluntad no puede querer ir hacia atrás,
articulación temporal, desorden atemporal,
la genialidad es potencia no actualizada, lo demás es lo demás,
atardece una bruma de tristeza, variaciones Goldberg,
el genio es el genio, los demás lo demás,
comienza en la casa la jornada de trabajo.
BEÑAT BALTZA
sábado, 29 de enero de 2011
miércoles, 19 de enero de 2011
saludos
en el desierto las dunas...
En el desierto las dunas
se repliegan y se adentran
infinitamente en sí mismas,
y así les va bien, y así les va bien.
Si un viento viene y las hace
aumentar, disminuir,
ellas desconocen las nociones
de adición, sustracción y viento.
Que digamos de ellas fenómeno,
y elaboremos las condiciones de su aparición;
que motejemos de inmisericorde
al sol que las emparenta con las rocas circundantes;
que aparezca Moisés y sus tribus con mandatos supremos
que produjeron pugnas sangrientas, adoraciones,
libros sagrados, exégesis, filosofías,
y que todo esto dure miles y miles de años;
que digamos: ¡son marrones!; ¡¡y ardientes!!,
que Lawrence hable de ellas para quienes leemos,
a las dunas del desierto les va pero que muy bien,
les va muy bien sin todo esto.
BEÑAT BALTZA ALVAREZ
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